En la historia reciente de Villarrasa han sio memorables las partidas, clandestinas, de cartas que, sobre todo en Navidad, arruinaban a unos (la mayoría de nosotros) y divertían y entretenían a todo el que por allí pasaba.
¿Quién no añora esas reuniones en la caseta de Juanamari?, donde los días tranquilos (por así llamarlos) de la larga Navidad, nos reuniamos alrededor de una mesa con varios ingredientes como una barbacoa para hacer unos lomos, unos botellines o cubatas bien fresquitos... ¿quien bebe aún lo mismo que por entonces??????, unos porrillos (ÓSCAR PÁSATELO!!!, AH! QUE SE LO HA TERMINADO SÓLITO MARCELOOOO!!!.. Quillo si quieres fumar ... compra... que los cleenex no caen del cielo... ahí va medio - El Cubi: ¿Medio .., qué?) en fin, otros ingredientes, a parte de muchas horas por delante y poco sueño ni obligaciones que lo impidieran, eran un plato, que a veces era de porcelana china y otras de plástico fino filipino... y , cómo no, una baraja de cartas, además de la posibilidad de que con tres reyes y un caballo te entrase el valor suficiente para gritar con valor sereno la gloriosa palabra: -¡PLAAAATO!, que esas 30.000 pesetas son mías ya... y coooooño va y te sale un rey. ES PA MATARSE, de la risaaaaaa jaaa jaaa jaaaaaaaaaaa.
Cuidao que hoy está por aquí el boza y ha cobrado la paga... traeros poquito dinero esta noche, por si acaso te salen tres caballos y un Rey de copas, que cuantas más copas bebes, más valiente te pones y el cajero de la san fernando está a la vuelta de la esquina.
Gracias Pacarena.
A las nueve de la mañana,... se reparte el plato y cada uno pa su casa.